Ceñido a la altura del ecuador
tu sexo desprende ese olor que me palidece
al norte tus senos que aprietan mi conciencia
más al norte tus ojos los faros que me guían
mas doy la vuelta pues conozco el desenlace
león colérico de mi alter-ego amor errante
tu pasos temblantes apresuran mi huida
tocas heridas desaparecidas por el tiempo
amenazas con devolver el dolor al cuerpo
toma del buró el respiro intangible
cripta de mis pensamientos.